Thursday 19 April 2018

Bienvenidos al paraíso

Luego de Isla de Pascua nuestro siguiente destino fue Polinesia Francesa. Llegamos a Papeete, que es la capital del archipiélago y de la isla principal, Tahití. Todos los vuelos internacionales llegan ahí, por lo que es la ciudad más desarrollada, de cualquier forma tiene un aire paradisiaco, nada que ver con una ciudad. El primer día llegamos y lo único que hicimos fue ir directo a la cama, pues llegamos después de las una de la mañana. A pesar de haber llegado tan tarde fuimos recibidos por un grupito tocando canciones y bailando sus músicas típicas, también recibimos un collar de flores que es la forma tradicional como ellos dan la bienvenida a sus visitantes. Al día siguiente comenzaba nuestra aventura en el paraíso!





Comenzamos nuestro día yendo al supermercado para poder abastecernos de provisiones para los próximos días, todo era muy caro pues estábamos en un archipiélago que es bastante alejado de todo. Para que tengan una idea, el país más cercano son las Islas Cook (más de mil km) y el primero más cercano que podría ser un buen proveedor es Nueva Zelanda (más de cuatro mil km). Luego de haber hecho nuestras compras (jamón, queso, pan, comida congelada, etc.), desayunamos y partimos rumbo a nuestro primer destino, la isla de Moorea. En la foto de abajo se ve la vista que teníamos desde nuestro hotel, donde se puede observar el aeropuerto de Papeete y la isla de Moorea al fondo.





Desde el avión pudimos apreciar la belleza de la isla, ya antes de estar en ella. El primer día solo nos dedicamos a disfrutar de la playa y del atardecer. Al dia siguiente además de repetir esas actividades obviamente, fuimos a ver a la gente que participaba de la interacción con los delfines, no participamos porque preferimos este tipo de actividades con animales salvajes y por tacaños jejeje, también hicimos snorkel por los jardines de coral que el hotel posee y un poco de stand up paddle, coincidentemente eran las actividades gratis ;-)





Durante la cena disfrutamos de un show de danzas típicas de la cultura polinesia. 

Al día siguiente fuimos a Tahaa, la siguiente isla en nuestro itinerario.  Para variar fuimos recibidos con un collar de flores y un trago de bienvenida. Una vez instalados en nuestra habitación, tereré y playa. También hicimos un poco de snorkel entre los bungalows, Machi vio una raya por primera vez! Terminamos el día viendo más un atardecer espectacular! y como se puede ver por las fotos no éramos los únicos.









































Por la noche cenamos y vimos un desfile de collares de perlas. La polinesia francesa es el mayor productor de perlas negras naturales en el mundo. Lógicamente el desfile era para hacer propaganda a aquellos dispuestos a gastar una pequeña fortuna en un collar. Como siempre nosotros solo observamos. Al día siguiente hicimos snorkel en el jardín de corales del hotel y luego descansamos en la piscina. Demás está decir que el jardín estuvo muy bueno. A la tarde vimos a Michael Phelps llegar en segundo en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro mientras almorzábamos un mixto caliente, fue muy raro eso, él siempre llega en primero, lo del mixto ya se estaba volviendo rutina. En la cena participamos del asado al borde de la piscina organizado por el hotel, fue nuestro primer asado fuera de Sudamérica, una decepción para nosotros, había muy poca carne, creo que el titulo de asado le queda grande jajaja






Al día siguiente hicimos un paseo donde vimos algunos tiburones y luego a conocer las plantaciones de vainilla de la isla, donde pudimos probar un ron hecho con vainilla, también la producción de las perlas negras, aprendimos sobre el proceso, desde el inicio hasta el fin. Al día siguiente Bora Bora nos esperaba!










































Luego de un intento fallido de ver el amanecer tomamos el vuelo a Bora Bora. Llegamos y después del check-in fuimos a relajar a la playa y ver algunas de las rayas que se acercan diariamente y son alimentadas por los funcionarios del hotel. Al día siguiente hicimos parasailing por primera vez y nos quedamos estupefactos, esos colores del mar son algo que nunca antes habíamos visto, diferentes tonos de azul, verde, celeste, turquesa, etc. Algo único y que las fotos no pueden representar fidedignamente. Por la tarde para variar un poco mas de snorkel y luego a disfrutar del atardecer.




Al día siguiente buceamos por primera vez después de nuestro curso básico. Hicimos 2 inmersiones en donde vimos entre otra cosas distintos tipos de tiburones, pulpos (que se camuflan muy bien, basta mirar la parte superior izquierda de la foto e intentar encontrar el pulpo ahí), manta rayas y vaaaarios peces. La transparencia del agua era increíble, tuvimos una visibilidad de más de 30 metros! Por la tarde participamos en un evento ofrecido por el hotel, degustación de vinos tahitianos y algunos canapés, claro que aprovechamos para comer y tomar todo lo que podíamos! ;-) Luego del evento continuamos tomando algunas cervezas con unos americanos que conocimos en el evento.







Comenzamos el día con un tour en el cual nadamos con tiburones y rayas, algo muy interesante para disminuir el miedo a estas criaturas. Las rayas eran muy dóciles, se las podía tocar sin problemas. Luego disfrutamos de un "asado" en una isla paradisiaca dentro del paraíso, imagínense eso! Luego de la vuelta al hotel más un atardecer acompañado de un rico terere y al siguiente rumbo a Rangiroa, lastimosamente seria la ultima isla que visitaríamos.



La principal razón por la que fuimos a Rangiroa era el buceo. El primer día fue dedicado al relax, un poco de playa y tereré, para terminar el día fuimos a un lugar donde por la tarde se puede ver a los delfines pasando cerca de la playa. Lastimosamente, solo vimos cuatro, pero por lo menos vimos un hermoso atardecer.




Comenzamos el día siguiente con dos inmersiones, como es habitual en ese lugar, la visibilidad fue excelente, el mar estaba lleno de vida. Fue nuestra primera vez buceando con corriente, o sea, el buceo comienza en un lugar y la corriente lo va conduciendo a uno, no es necesario nadar, parece que estuvieras volando! Como si fuera poco, luego de la primera inmersión unos curiosos delfines fueron nadando y acompañando nuestro barco por unos cinco minutos.



Al día siguiente fuimos a bucear de nuevo, lastimosamente seria el ultimo. De nuevo vimos un delfín, pero esta vez estando todavía dentro del agua, fue una emoción muy grande bucear con el delfín. La vida marina en la Polinesia Francesa es increíble! Terminamos el día con mas terere y playa, también anduvimos en kayak un buen rato. Al día siguiente comenzaba mas una etapa de nuestro viaje rumbo a la tierra de los canguros.




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