Comenzamos el viaje rumbo a Dumaguete con la caminata mas el triciclo que nos llevo hasta el puerto donde tomamos el ferry rumbo a Caticlan, luego tomamos un bus rumbo a Iloilo, fueron 7 horas dentro del bus! Lo más emocionante fue el almuerzo, casi nos dejan! y conste que solo tardamos como 10 minutos. Aparte de ese momento de emoción, solo vimos plantaciones por todo el camino, bananas, caña de azúcar, etc. Al llegar a Iloilo teníamos que tomar el ferry hasta Bacolod, ya en otra isla. Apenas llegamos subimos a un jeepney que iba hacia el puerto, pero lastimosamente perdimos el ferry. Así es que tuvimos que hospedarnos por ahí cerca y continuar al día siguiente. Lo único bueno de hospedarnos ahí fue que probamos una sopa típica de la región, La Paz Batchoy.
Comenzamos otra aventura con el viaje en barco hasta Bacolod, duro 2 horas, al llegar tomamos un jeepney hasta la terminal, el primer ómnibus que salía rumbo a Dumaguete estaba lleno, tuvimos que esperar más 3 horas hasta el próximo. Finalmente comenzamos el viaje, era un bus chico, sin aire, parecía más bien un ómnibus urbano. El viaje duro nada más y nada menos que 7 horas! Para recorrer apenas 200 kilómetros, encima llovió bastante entonces tuvimos que cerrar las ventanas y hacia muchísimos calor!
Llegamos muertos a la ciudad, habíamos conseguido hospedaje por medio de Couchsurfing entonces apenas llegamos fuimos a la casa de Johan. Nos bañamos y salimos con él a tomar unas cervecitas y cenar.
Al dio siguiente fuimos a la misa con la familia, Filipinas es uno de los países mas católicos del mundo y encima era una misa especial por el día de las madres. Al final de la misa nos paso algo muy pintoresco, un señor se nos acerco y pregunto si hablábamos español. Su nombre era Alfredo Bustamante, nos invito a comer, pero nosotros estábamos con la familia de Johan entonces le agradecimos y quedamos de ir otro día.
En el desayuno nos sorprendió que vimos algunas cosas familiares, como empanadas y puchero! Después de estar un poco con la familia fuimos a recorrer la ciudad y terminamos yendo a ver unos geiseres y unas piscinas termales que habían ahí cerca, todo debido a los volcanes que están ahí cerca. Disfrutamos un buen rato de las piscinas y para terminar el día fuimos a unas cataratas ahí cerca, Pulangbati. Nos bañamos nuevamente, pero esta vez en agua fría, así es que solo aguantamos un rato. Para merienda probamos algo llamado but but, era hecho de arroz, mango y chocolate envuelto en hoja de banana, estuvo muy bueno!
Por la noche salimos a cenar nada más y después a descansar, al día siguiente tocaba bucear en Apo Island, un lugar cercano y bastante famoso.
Hicimos tres inmersiones, todas muy buenas, la vida marina es riquísima en este lugar, valió la pena! la atardecer volvimos a lo de Johan, fuimos a comprar los tickets para ir a Tagbilaran que era nuestro siguiente destino y por la noche a cenar a lo del señor Bustamante.
Que grande fue nuestra sorpresa al visitar la casa del amigo, el señor parecía platudo en la misa, pero resulto ser mucho más platudo de lo que nos imaginamos, tenía varios funcionarios, mucama, mayordomo, portero, chofer, etc. Pasamos muy bien, comimos súper bien, había sido entre otras cosas era el dueño del mejor restaurante de la ciudad, o sea comimos como si nos hubiésemos ido a su restaurante, pero gratis!
Al día siguiente nos despedimos de Dumaguete y partimos rumbo a la isla de Bohol, nuestro próximo destino.