Thursday 3 December 2020

Las ruinas de Sri Lanka!

Nuestro viaje rumbo a Polonnaruwa comenzó mal, queríamos ir en bus desde donde estábamos (Nilaveli) hasta la terminal para luego tomar el bus de viaje. Cuando los tuktuks nos vieron empezaron a pescar por nosotros y cada vez que un ómnibus se acercaba ellos le impedían que nos alce. Después de mucho intentar, caminamos hasta otra para inclusive! tuvimos que ceder e ir en tuktuk hasta la terminal. Digamos que son gajes del oficio.


Una vez en la terminal, tomamos primero un bus hasta Habarana y de ahí otro a Polonnaruwa. Luego de llegar a la ciudad, fuimos a buscar hospedaje y una vez instalados decimos ir a buscar algo para comer y alquilar unas bicicletas para ir a recorrer la ciudad al día siguiente. 

Mientras caminábamos por la ruta buscando un lugar para almorzar nos paso algo medio raro, nos paro un auto ofreciendo un aventón, aceptamos y nos llevo hasta un restaurante, comimos y luego nos llevo hasta el centro a buscar un lugar para alquilar las bicis, como si fuera poco también nos llevo hasta su casa para tomar el té. La verdad que era una verdadera mansión, por lo tanto nunca sabremos si se trataba de la famosa hospitalidad ceilanesa o si quería vender nuestros órganos! jajajaja

Al día siguiente, ya con las bicicletas en mano fuimos a recorrer las ruinas de lo que alguna vez fuera la segunda capital del país. Visitamos el palacio y la piscina real, la cámara del consejo. También algunos lugares religiosos como Siva Devalaya, Vatadage, Hatadage y Atadage.


Luego seguimos rumbo a las stupas Pabulu Vehera y Kiri Vehera y a la dagoba Rankoth Vehera, después fuimos al templo Lankatilaka y al Gal Viharaya. Terminamos visitando el Audience Hall of Nissan Kamala y el museo arqueológico.





Al día siguiente solo descansamos, la verdad es que el tema de pedalear entre las ruinas nos mató. Al día siguiente partimos rumbo a Dambulla, nuestro siguiente destino, fuimos en bus que como siempre era lo que sería para nosotros un ómnibus urbano y no uno para largas distancias.

En Dambulla visitamos el famoso Golden temple con sus 5 cuevas, son varios templos budistas dentro de cuevas, todo eso aparte del templo moderno con su buda gigante que es de "oro".





También aprovechamos para visitar Sigiriya, que es un lugar muy importante para los locales. Es una gran roca de aproximadamente 200 metros de altura en cuya cima fue construido un fuerte para que viviese el rey de la época. Esto le sirvió al lugar para ser la capital del país por un tiempo, sin embargo después de la muerte del rey el lugar fue abandonado.





Las ruinas tienen aproximadamente 2.500 años y esto hace que no haya tanto que ver, un pequeño detalle, llegara la cima es toda una mini aventura porque la infraestructura no es de la mejor.

Luego de recorrer todo el lugar decidimos volver a Dambulla a descansar y a la vuelta tuvimos la suerte de ver un elefante bañándose en un rio.


Tuesday 3 November 2020

Las playas del país

La verdad es que nuestro paso por Jaffna fue muy corto, tuvimos una mala experiencia con nuestro host del CS, siempre hay una primera vez. Lo que sí, nos quedamos muy poco tiempo y pudimos apreciar como la ciudad se va recuperando de los tiempos de guerra, el país estuvo sufriendo una guerra civil que termino en el 2009, luego de 26 años. 

Como no nos gusto la experiencia decidimos acortar nuestra estadía entonces fuimos a Trincomalee. Fue toda una aventura, fueron 5 horas de viaje en un ómnibus urbano o al menos lo que para nosotros sería uno, sin embargo allá sirve tanto para viajes cortos como para viajes largos.

Luego de llegar e encontrar un lugar para dormir fuimos a cenar y descansar, al día siguiente tocaba conocer el lugar bajo el agua. Hicimos solamente 2 inmersiones porque los precios eran muy caros para nosotros, tal vez nos mal acostumbramos con el Sudeste Asiático.



Durante los otros días nos dedicamos a descansar, aprovechamos las hermosas playas que había en la región, particularmente nos gustaron mucho las de Nilaveli, que fue donde nos hospedamos y Dutch Bay, esta última es mas urbana, pero igual vale mucho la pena.



Aparte de relajar en las playas también aprovechamos para conocer un poco algunos templos hindúes y la Catedral de Santa María, la verdad como era de esperarse en una región de mayoría hindú los primeros ofuscaron al último, al menos en lo que se refiere a lo arquitectónico.

Luego de la visita a la catedral disfrutamos de un rico tereré en la playa, y para el tereré rupá comimos algunos "shorts eats" de unos carritos de la calle, son como bocaditos, Ubaldo comió uno que es pimienta frita, oikoite!



Luego fuimos al Koneswaram temple, este queda al borde de un barranco, aparte de las vistas que hay desde ahí, el templo en si es bastante interesante, a pesar de que no entendemos nada de la religión, llaman la atención todas las figuras que decoran el templo y sus alrededores.



























El siguiente templo que visitamos fue el Kali Kovil. La verdad no esperábamos ver nada de otro mundo, al final ya estábamos acostumbrados a los templos hindúes. Pero, la verdad es que el lugar es impresionante, la cantidad de detalles que tiene, por fuera y por dentro es simplemente sensacional! Una vez dentro el lugar te vuela la cabeza, es alucinante, la verdad no sabemos todo lo que significa, en realidad no tenemos la mas mínima idea. De cualquier manera hasta este momento es el templo más increíble que hemos visto en nuestras vidas!



Después de digerir todo lo que vimos fuimos a visitar el último templo, el Sri Lakshmi Narayana Perumal Kovil, este último impresiona sobre todo por el lado de fuera porque tiene varios detalles en "oro", aparte de eso de eso vimos un lindo atardecer ahí, entonces podemos decir que valió la pena.

Siguiente destino Polonnaruwa y sus ruinas!!


Sunday 11 October 2020

Llegamos a Sri Lanka!

Llegamos a Colombo, la capital de Sri Lanka y corrimos al interior, no teníamos mucho interés en perder tiempo en ese lugar caótico, entonces fuimos del aeropuerto a la estación de tren a esperar que llegue el horario de salir rumbo a Anuradhapura.

Antes de llegar al país sabíamos algunas cosas como por ejemplo que dependiendo de qué parte visitemos sufriríamos con los monzones y que la comida era muy picante. Nos organizamos para visitar lugares que en esa época no sufren con los monzones, entonces eso no nos afectó, con lo de la comida no hubo caso y podríamos decir que comenzamos con el pie izquierdo pues al llegar en el aeropuerto desayunamos una pizza porque nos imaginamos que no sería picante y la verdad era bastante picante. Lo que si durante toda la estadía comíamos en el país sufrimos un poco con eso, menos mal que hicimos una pasantía en culinaria picante mientras estuvimos en el sudeste asiático jajajajaja.

La primera aventura fue en la estación de trenes porque no entendíamos bien en cual anden nos tocaba y aparte no podíamos leer el destino que estaba escrito en los trenes, su alfabeto no ayudaba ni un poco! Al final después de mucha preocupación y preguntando cien veces cual era nuestro tren finalmente llegamos a nuestro destino, eso sí, después de 6 horas de viaje.





Al día siguiente después de ir a desayunar alquilamos unas bicicletas y fuimos a recorrer la parte sagrada de la ciudad, es un grupo de templos y ruinas. Visitamos el museo y varias dagobas como Jetavanarama, Thuparama (que guarda la clavícula de Buddha en su interior). Dicen que a las dagobas hay que darle la vuelta en sentido horario mientras uno va rezando.



Luego de comer algo por ahí fuimos al complejo Abhayagiri donde visitamos varias piscinas sagradas y “piedras lunares” como Kuttam pokuna, Samadhi Buddha statue y Eth Pokuna.



Para terminar el día fuimos a ver las ultimas dagobas del día Lankarama, Ruvanvelisaya, Mirisavatiya y Isurumuniya Vihara, después de eso volvimos a descansar, salir a cenar y nada más.




Al día siguiente mas ruinas, esta vez fuimos hasta Mihintale que es un pueblo que queda a unos 17 kilómetros de Anuradhapura. La intención aparte de ver los paisajes era obviamente ver más templos y dagobas, visitamos Kantaka Chetiya, Maha Saya, Aradhana Gala y el Ambastala.



Después nada mas a descansar al día siguiente íbamos rumbo al norte del país, tocaba visitar Jaffna.


Wednesday 30 September 2020

Lo último del Sudeste Asiático: Sipadan

Fuimos al Borneo con un objetivo básicamente, ir a bucear, para eso teníamos que ir hasta Sipadan, un lugar en la parte malaya de la isla. Por el camino decidimos turistear un poquito, pero quedaron demasiadas cosas para volver un día! Apenas llegamos a Kota Kinabalu, la capital y principal ciudad de la isla fuimos directo a la terminal para tomar un Bus e ir hasta Sandakan, la ciudad donde dormiríamos nuestra primera noche. Por suerte salió todo bien y llegamos para la hora de la cena después de unas largas horas de viaje.

Al día siguiente fuimos a Sepilok a conocer un santuario de orangutanes, que son una especie endémica de la región, lastimosamente debido al avance de las actividades de los seres humanos cada vez quedan menos espacio en la selva, donde viven estos animales. Después de la visita volvimos a agarrar las mochilas y seguir viaje hasta Semporna, el puerto de donde saldríamos para llegar finalmente a Sipadan.


En realidad, uno se hospeda en un pequeño pueblo llamado Mabul, nos quedamos en el hospedaje que la operadora de buceo nos ofrecía, era una especie de all inclusive económico, o sea, obviamente sin bebidas alcohólicas.

Pasamos los cinco días que estuvimos ahí con una rutina super tranquila, bucear, descansar en la playa, comer y dormir. Ah y ver el atardecer y de noche la luna, nada más!

Todas las inmersiones fueron espectaculares, el lugar se merece la fama que tiene, la variedad y cantidad de vida marina es increíble, vimos desde pequeños nudibranquios hasta varios tiburones, barracudas, loros cototo verde y varios tipos de peces pequeños. Lo mejor era que a veces se podía observar todo eso en una misma inmersión.














Así pasamos los últimos días en el sudeste asiático, nuestro próximo destino Sri Lanka y así nos vamos lentamente rumbo al occidente.