Comenzamos nuestro viaje a Myanmar saliendo de Mae Sot en Tailandia, luego de desayunar nos subimos a la carrocería de una camioneta que lleva y trae gente a la frontera, luego de hacer nuestra salida de un lado fuimos rumbo al otro, caminando por el puente, nos sentimos cruzando el puente de la amistad. Pero, podemos decir que las similitudes terminaban ahí, porque en el medio del puente hay un semáforo para que se haga el cambio de mano, en Tailandia se maneja por el lado izquierdo y en Myanmar por la derecha, entonces uno tiene que hacer el cambio de sentido en el medio del puente.
Otra cosa que nos llamo la atención eran los hombres usando saron, una especie de pollera y las mujeres y niños usando thanaka en la cara, que es una especie de protector solar natural. En ese país los monjes son considerados casi sagrados, así es que ellos no pagan pasaje y hay lugares reservados para ellos en el transporte público.
Luego de cruzar la frontera caminamos hasta una especie de terminal de ómnibus y partimos rumbo a Hpa-An, la primera ciudad que visitaríamos. Por el camino tuvimos nuestro primer contacto con la música local, todo el camino hasta Hpa-An fuimos escuchando/viendo videoclips.
Luego de unas horas llegamos y fuimos directo a buscar hospedaje. Como de costumbre elegimos el lugar más barato, por lo menos teníamos "vista panorámica", cuando Machi abrió la ventana para ver qué onda, había un gallo mirándonos!
Luego de instalarnos fuimos almorzar y luego como estábamos cerca de una pagoda, llamada Shweyinhmyaw, fuimos a ver qué onda. No pudimos entrar porque Machi no estaba vestida adecuadamente, por lo menos vimos el atardecer entre la pagoda y el rio. Después del atardecer fuimos a cenar y descansar.
Al día siguiente luego del desayuno fuimos a recorrer, primero fuimos a un mini templo digamos, queda en la cima de un monte, entonces se puede aprovechar la vista panorámica. Nos llamo la atención que para subir teníamos que ir descalzos porque es un lugar sagrado, aparte de eso, vimos varios monos por el camino.
Para continuar el recorrido fuimos a otro templo/cueva, Yathaypyan, nuevamente había que entrar descalzos porque era un lugar sagrado. El templo es muy interesante, tiene varias estatuas y pinturas antiguas en las paredes, aparte se puede apreciar la vista panorámica y de la cueva en sí.
La siguiente parada fue un monasterio que dentro del complejo posee una pagoda que queda en la cima de una piedra en el medio del lago, su nombre es Kyauk Ka Lat. Al llegar a la pagoda, luego de subir varios escalones para variar, recibimos un regalo, un nene estaba repartiendo pulseras, según lo que aprendimos hay que pedir un deseo y atarse la pulsera al pulso, cuando la pulsera se rompa el deseo se realizara.
Siguiente parada el restaurant San Ma Tu, es el más famoso de la ciudad, estaba bueno el lugar, pero seguimos prefiriendo los desconocidos.
Después del almorzar seguimos rumbo al Saddar cave, más un templo/cueva. Mas una vez, lugar sagrado, pies descalzos! El lugar en si muy interesante, había varias estatuas de Buda a lo largo del camino y al final de la cueva un lago, entonces se puede hacer un mini tour en barco por algunas cuevas.
Para terminar el día fuimos al último templo/cueva del día, el Kaw Ka Taung. El lugar tiene obviamente un templo y una cueva para ver, pero aparte nos habían dicho que había una piscina para bañarte. Como hacia mucho calor teníamos planeado darnos un chapuzón. Nos decepciono un poco la piscina, entonces nada más nos dedicamos a mirar un poco a la gente bañándose, sacar algunas fotos y tomar helado.
Al día siguiente nada mas desayunamos y salimos rumbo a Kyaikto, por lo menos tuvimos la chance de desayunar por última vez en la ciudad, probamos una especie de pan local, muy bueno por cierto.
Hasta ahora nos llevamos una muy buena impresión del país y su gente, la gran mayoría de las personas es muy amable y simpática, uno se siente muy a gusto en el país. Esperemos que el aumento del turismo no cambie la situación.