Sunday 3 May 2020

Komodo: La despedida del país

La isla de Flores es una isla un poco diferente digamos, la mayoría de las personas son católicas y desde ahí se puede visitar la famosa isla de Komodo, hogar de los dragones que llevan el mismo nombre. También es uno de los mejores lugares del mundo para aquellos que bucean, las corrientes marinas hacen que el lugar sea lleno de vida. Así es que apenas llegamos lo primero que hicimos fue buscar hospedaje y alguna operadora de buceo. Luego, simplemente disfrutamos del atardecer y fuimos a cenar y dormir. 


Al día siguiente comenzamos con el primer día de buceo. Hicimos 3 inmersiones, en una de ellas hubo bastante corriente, pero las otras dos fueron bien tranquilas, la verdad que el lugar merece la fama que tiene. Vimos de todo, tanto macro como animales grandes, inclusive una raya aguila. Volvimos de tardecita, de yapa pudimos ver el atardecer desde el barco.




Segundo día de buceo, hicimos nuevamente 3 inmersiones y obviamente estuvo excelente también, lo único malo para nosotros es que nos quedamos con ganas de más, alguna vez volveremos. Al día siguiente no podíamos bucear nuevamente porque teníamos un vuelo. Entonces decidimos ir a ver a los dragones y hacer snorkeling.




Esta vez comenzamos el día tan temprano que pudimos ver el amanecer desde el barco, también estuvo muy lindo, la primera para del día fue en la isla de Padar, donde hicimos un poco de trekking hasta un lugar donde se pueden ver las playas con diferentes colores de arena, blanca, rosada y negra.


Luego fuimos a la isla de Komodo en busca de los famosos dragones, al llegar hay que ir hasta el centro de visitas del parque nacional y a partir de ahí ir acompañado de un guardabosques. Hay varios circuitos distintos, dependiendo del tiempo disponible, cuando todo nuestro grupo estuvo de acuerdo comenzamos y a los 5 minutos ya vimos uno. Como nuestro guía había dicho que era difícil de verlos porque era época de reproducción sospechamos que ese era tipo la mascota, nosotros quisimos seguir en buscar de otros, pero los otros integrantes del grupo no, entonces tuvimos que conformarnos con ese.   

Después de almorzar seguimos rumbo a la famosa Pink beach, un lugar interesante por el color de la arena, pero obviamente mucho más para sacar fotos que para disfrutar de la playa en si. Luego fuimos a un lugar donde se suelen ver mantarrayas, estuvimos un tiempo buscando un hasta que tuvimos la oportunidad de hacer snorkeling con alguna de ellas.


Después de eso volvimos a Labuan Bajo, por el camino disfrutamos de más un atardecer excelente. Para terminar el día de la mejor manera posible fuimos a cenar y tomar algunas cervecitas. Al día siguiente volvíamos a Bali y de ahí rumbo a Kuala Lumpur más una vez, o sea nos quedaban apenas unas horas en Indonesia. 

Como anécdota queda que fuimos caminando desde el hostel hasta el aeropuerto, son como dos kilómetros cuesta arriba, sufrimos, pero lo conseguimos, al llegar a Kuala Lumpur tuvimos que dormir más una vez en el aeropuerto porque al día siguiente íbamos a la famosa isla de Borneo.