Llegamos a Colombo, la capital de Sri Lanka y corrimos al interior, no teníamos mucho interés en perder tiempo en ese lugar caótico, entonces fuimos del aeropuerto a la estación de tren a esperar que llegue el horario de salir rumbo a Anuradhapura.
Antes de llegar al país sabíamos algunas cosas como por ejemplo que dependiendo de qué parte visitemos sufriríamos con los monzones y que la comida era muy picante. Nos organizamos para visitar lugares que en esa época no sufren con los monzones, entonces eso no nos afectó, con lo de la comida no hubo caso y podríamos decir que comenzamos con el pie izquierdo pues al llegar en el aeropuerto desayunamos una pizza porque nos imaginamos que no sería picante y la verdad era bastante picante. Lo que si durante toda la estadía comíamos en el país sufrimos un poco con eso, menos mal que hicimos una pasantía en culinaria picante mientras estuvimos en el sudeste asiático jajajajaja.
La primera aventura fue en la estación de trenes porque no entendíamos bien en cual anden nos tocaba y aparte no podíamos leer el destino que estaba escrito en los trenes, su alfabeto no ayudaba ni un poco! Al final después de mucha preocupación y preguntando cien veces cual era nuestro tren finalmente llegamos a nuestro destino, eso sí, después de 6 horas de viaje.
Para terminar el día fuimos a ver las ultimas dagobas del día Lankarama, Ruvanvelisaya, Mirisavatiya y Isurumuniya Vihara, después de eso volvimos a descansar, salir a cenar y nada más.