Llegamos a las Filinas!

Llegamos a Filipinas, después de aterrizar en el aeropuerto de Manila, de madrugada, lo primero que hicimos fue ir a nuestro hospedaje, costo un poco porque fue difícil encontrar un taxista honesto que nos cobre de acuerdo a lo establecido en su taxímetro.

Al día siguiente, luego de despertarnos fuimos a desayunar y después a emprender viaje nuevamente, esta  vez rumbo a Puerto Galera, una ciudad en la isla de Mindoro. Decidimos no recorrer nada en Manila porque las ciudades grandes en general no nos gustan mucho, preferimos ver otras cosas y como el país es formado por más de 7.000 islas hay mucho por recorrer!

Este país es fruto de una mezcla bastante inusual para nosotros, obviamente son orientales y tienen influencia de los países vecinos, pero como fueron colonia española y americana, mantienen algunos costumbres similares a los nuestros, por ejemplo comen mucho panificado y hay gente que todavía habla español, en realidad hasta hace 50 años aproximadamente se enseñaba en las escuelas, actualmente fue substituido por el inglés. La influencia americana se puede ver por ejemplo en el hecho de que el basketball es el deporte más popular y siempre hay gente jugando, inclusive en las famosas canchitas de barrio. Hasta ahora se nota la influencia del idioma español en uno de los idiomas hablados en el país que es el tagalog. Para nosotros parecía una mezcla de castellano, inglés y algún otro idioma.

Al llegar sufrimos un poco para encontrar hospedaje barato, pero luego de algunas horas buscando finalmente nos quedamos en un lugar cercano a las operadoras de buceo, ese era el motivo de querer conocer Puerto Galera.

El buceo en el lugar fue lo mejor de Puerto Galera, el lugar en si no nos gusto mucho, pero por lo menos empezamos a comer algunos platos locales, pork adobo y pork sisig. Luego de bucear algunos días fuimos a la siguiente isla, Boracay.

Las últimas islas de Malasia

Cuando salimos de las Perhentians para conocer la próxima isla solo sabíamos que no sería tan fácil de llegar a la próxima y que no era muy conocida. La realidad fue acorde a nuestra expectativa, porque fueron necesarios 2 barcos, 3 buses y obviamente algunas horas para llegar a destino.

De entrada nos enamoramos de este lugar, la isla es chiquita, solo hay algunas posadas de un lado de la isla, del otro no hay nada de infraestructura. El agua tenía una temperatura muy agradable y no habían olas, o sea era todo perfecto. Lo único malo que encontramos es fruto de la intervención del ser humano. En el lugar donde nos hospedamos te daban un trago si entregabas una botella llena de colillas de cigarrillo, al principio pensamos que sería imposible de llenar una botella pero acabamos descubriendo todo lo contrario, era muy fácil y rápido. Así es que nuestra rutina por algunos días fue ayudar a limpiar la playa y conseguir tragos gratis.

Una de las cosas que más disfrutamos ahí, aparte de la playa era hacer snorkelling, aprovechando que el agua era muy transparente y había mucha vida marina, varios peces, corales, tiburones y tortugas entre otras cosas.

Los días que pasamos en la isla fueron simplemente espectaculares, pues lo único que hicimos fue playear, tomar tereré, algunos trekkings cortos para ir a otras playas y snorkelling.

Lo único malo fue despedirnos de la isla y emprender viaje rumbo a Pulau Tioman, tuvimos que dejar la isla durante el feriado del día del trabajador, entonces sufrimos bastante para llegar hasta nuestro destino.

La saga comenzó cuando llegamos al continente, primero teníamos que agarrar un ómnibus para ir hasta la terminal de Kuala Terengannu, después de horas esperando que pase un bus al final unas chichas nos llevaron, por suerte! Teníamos que llegar hasta Mersing para tomar el ferry, pero los pasajes se habían terminado para ese día y para el día siguiente, entonces decidimos ir hasta alguna ciudad cercana y ver cómo hacer para llegar hasta Mersing.

Llegamos a la ciudad muy tarde, casi a la media noche, así es que buscamos un lugar para dormir y continuar el viaje al día siguiente. Lo que si, al día siguiente finalmente llegamos a Mersing, luego de casi 8 horas de viaje. Un par de horas mas y llegamos a Pulau Tioman finalmente. Fuimos a buscar un lugar para hospedarnos y al día siguiente tocaba bucear.

El buceo fue excelente, realmente valió la pena tanto esfuerzo. La visibilidad era muy buena, la temperatura del agua como siempre muy agradable y los lugares llenos de vida marina. Al terminar las inmersiones almorzamos y fuimos de vuelta a Mersing a tomar el bus nocturno rumbo a Kuala Lumpur porque al día siguiente partiríamos rumbo a Filipinas. 

Nos despedimos de la ciudad con emoción, porque casi perdimos nuestro vuelo, cuando llegamos al portón de embarque ya estaba cerrado, pero por suerte nos dejaron entrar igual. La historia detallada quedará para la próxima.

Volvimos a Malasia!

Comenzamos el día comprando algunas frutas y un poco de pan para desayunar y empezar el viaje rumbo a las Islas Perhentians, son dos, la isla grande (Pulau Besar) y la isla chica (Pulau Kecir). Como en nuestro primer viaje por el país habíamos conocido solamente la costa oeste, esta decidimos que visitaríamos la costa opuesta.

Nosotros optamos por Pulau Kecil y podríamos decir que comenzamos con el pie izquierdo porque primero teníamos que ir en bus hasta Kuala Besut y después en ferry hasta la isla, llegamos en Kuala Besut pero perdimos nuestro ferry y encima descubrimos que la tasa de conservación que se pagaba para ir a las islas había aumentado. Lo bueno fue que nuestra suerte cambio totalmente a medida que íbamos llegando a la isla, hicimos una parada rápida  para dejarle a unos pasajeros en Besar primero. Lo que vimos nos dejo animados, desde el barco ya se podían ver los corales e inclusive vimos algunos tiburones a medida que nos acercábamos al muelle.

Sabíamos que era un buen lugar para bucear así es que lo primero que hicimos fue buscar hospedaje y luego una operadora de buceo. Después de eso fuimos a comer y aprovechar para descansar en la playa. La verdad el agua era tan espectacular como en Tailandia.

Al día siguiente comenzaríamos a bucear. Al llegar a la operadora sucedió algo totalmente inesperado, una chica rubia nos mira y nos dice, tereré? son de Paraguay? Había sido era una alemana que vivió en nuestro país, entonces obviamente hablaba español y tomaba tereré, que grata sorpresa! Volviendo a lo nuestro, la primera inmersión que hicimos en ese día fue un naufragio, el sugar wreck y luego romanctic beach. Ambos estuvieron muy buenos, mucha vida marina, buena visibilidad y agua calentita, que más se puede pedir!

  

Después de almorzar fuimos playear nuevamente, esta vez fuimos a una playa llamada Long beach, primero tuvimos que hacer un trekking de unos veinte minutos, fue un poco cansador porque había varias subidas, pero valió la pena. Mas una vez, la playa era esplendida! El agua muy linda, sin olas y calentita. Al final del día fuimos a ver el atardecer mas una vez, lastimosamente no estuvo tan lindo como nos hubiese gustado.

Segundo día de buceo, la primera parada fue el outer reef, estuvo muy bueno, muchísimos peces, los corales muy variados y llenos de vida también. Cuando volvimos a la isla fuimos a almorzar y descansar para la próxima inmersión. La segunda fue en un lugar llamado The Temple, la verdad nuevamente estuvo excelente vimos varias morenas, peces de varios colores, varias rayas y hasta algunos tiburones bambú.

Después al volver más playa y tereré, a la noche mas una cena comiendo algo típico y al día siguiente partiríamos rumbo a Pulau Kapas.

Koh Phi Phi: Llegamos a la playa mas famosa de Tailandia!

Llegamos a la famosa Koh Phi Phi, creo que es el lugar más famoso de Tailandia, se debe a que ahí se filmo la película la playa de Leonardo DiCaprio. Pero, la isla ofrece mucho mas, así es que apenas llegamos fuimos a buscar un lugar para dejar las mochilas y disfrutar de lo que la isla ofrece.

Nuestras primeras impresiones que se resumirían en dos cosas, que lindas playas y qué lugar lleno de turistas! Lo que más nos llamo la atención fue que había muchísimos argentinos y brasileños, fue el primer lugar hasta ese momento donde encontramos tantos sudamericanos.

El primer tour (la otra opción es pagar un barco privado) que hicimos fue para visitar Maya Bay, la famosa playa de la película. Por el camino se hacen varias paradas, la primera fue en Monkey beach, le pusieron ese nombre porque ahí vive una colonia de monos acostumbrada a los turistas, después de un chapuzón seguimos rumbo a la cueva de los vikingos, la pregunta es por qué no se quedaron ahí a vivir en lugar de volver a los mares fríos del norte? jajajaja

Siguiente parada en el conjunto de islas Phi Phi let y Phi Phi Don, ahí hicimos snorkeling y kayaking. Como siempre el agua espectacular! Luego seguimos rumbo a Maya Bay, realmente la playa es muy linda, lo que decepciona un poco es la cantidad de barcos y turistas que uno ve, para evitar eso la única forma es hacer un tour que te permite dormir ahí cerca, así llegas bien temprano porque el lugar es un parque nacional, entonces está prohibido dormir en la playa. Después de terminar nuestra visita a la famosa playa volvimos rumbo a Koh Phi Phi, por el camino disfrutamos del atardecer que estuvo muy lindo por cierto, para terminar con broche de oro nos metimos al agua para nadar con el plancton que brillaba de noche! A medida que uno pataleaba o movía los brazos se podían ver al plancton brillando, lastimosamente no tenemos fotos.

Por la noche salimos a cenar y disfrutar un poco de la noche, había tanta gente farreando en la playa que parecía la full moon party, la verdad que era todo bastante animado digamos. Nosotros después de unas cuantas cervezas nos fuimos a dormir.

Al día siguiente fuimos a visitar otras islas al norte de Koh Phi Phi, fuimos a visitar la Bamboo island, no sabemos el porqué del nombre, lo que si las playas también son alucinantes. Todas son dignas de cartones postales, disfrutamos muchísimo con nuestra rutina de terere, playa y snorkeling. Al volver al hostal descubrimos que estábamos sin luz así es que fuimos a cenar y luego a tomar unas cervezas y escuchar reggaetón en una casillita que vendía tragos. 

Al día siguiente fuimos a hacer un poco de actividad física, decidimos ir a un mirador que está en la cima de un cerro, no pensamos que sería tan dura la caminata, pero lo fue! El camino era bastante pesada, hacia muchísimo calor y la humedad era muy alta, para colmo de males nos equivocamos e hicimos el camino más largo. Lo que si al llegar descubrimos que se pagaba entrada, después de tanto esfuerzo no nos quedaba otra que entrar y la verdad que valió la pena. Desde arriba se veían varias playas, inclusive se podían ver todavía algunas marcas del tsunami que destruyo la isla en el 2004.

Después de sacar unas cuantas fotos y recuperarnos del calor tomando tereré fuimos bajando y paramos en un restaurante que nos llamo la atención y fue una excelente opción! comimos Stir fried pork with roasted sweet chili paste y Crispi pork with kale on rice Thai, la verdad no teníamos ni idea que le ponen para condimentar, lo que sí estuvo buenísimo. Después de almorzar para variar nos fuimos a la playa, fuimos a una llamada long beach y como última parada Tonsai. En esta ultima nos quedamos a ver los colores que se iban formando en el cielo a medida que el sol iba entrando.

Por la noche la rutina de siempre ir a la playa a tomar algunas cervecitas. Al día siguiente nos íbamos a Koh Lanta donde pensábamos bucear de nuevo, pero al final desistimos y nos fuimos directamente a Malasia, pero para eso sufrimos bastante.

Comenzamos tomando una van des Koh Lanta hasta Trang, luego otra van hasta Hatyai, después de esperar un rato la tercera van, esta vez rumbo a Sungai Kolok que es la última ciudad en el lado tailandés, una vez en la frontera tomamos um moto taxi hasta el puente que separa ambos países, cruzamos caminando y una vez en Rantau Panjang, ya suelo malayo tomamos un taxi rumbo a Kota Bharu donde finalmente descansamos para seguir al día siguiente rumbo a las islas Perhentians.